Las 2 caras de la verdad
Por: Yordy Estrella (Panda)
Los seres humanos y su extraña manera de actuar. Vivimos en una sociedad hipócrita donde la verdad solo importa si te conviene. En estos tiempos es preferible ser un mentiroso que ser sincero, así podrás encajar y caer bien, porque si la verdad no le conviene, hay que buscar la forma de hacer que esa verdad parezca mentira.
Si quieres caer bien solo debes decir que ser gordo es bonito, que la estría es arte, que dos personas del mismo sexo que estén juntas es amor, que a quien está haciendo algo mal se le debe decir que está bien o guardar silencio; al negro no le gusta que le digan negro y todos quieren cárcel para el ladrón cuando no es de su círculo.
Un ejemplo reciente es la pastora acusada de irregularidades, a quien le impusieron 18 meses de coerción. Pudimos ver en las redes un grupo de allegados marchando para que la suelten; ellos predican la verdad, pero en este caso la verdad no le conviene. Cosa como esa se ven a diario en todos los ámbitos: muchas relaciones, amistades, empresas, cargos políticos y religiones, entre otras cuentas más, todas construidas a base de mentiras. Otro ejemplo: hace ya varios años los payasos realizaron una marcha en contra de la violencia infantil, y esta fue encabezada por el payaso Kanqui, quien meses después fue acusado y condenado por violación a menores.
Yo, Yordy Estrella (Panda), he sido víctima de ese sistema por ser real y sincero. He sido apartado por algunos y me han tildado de loco y resentido. Muchas personas no visitan mi negocio porque he dicho algunas verdades que a ellos o sus allegados no les gusta. Pero a ustedes tengo algo que decirle: váyanse de ahí ranitas, soy y seré como soy: REAL te guste o no.
Por otro lado, también debo aceptar que muchas personas se identifican conmigo, me aman y respetan por ser como soy. Cuando salgo a las calles me demuestran su amor. Todo el que ha salido conmigo me dice: “a ti si te conoce gente”. Y es que, quienes me quieren, desde que me ven me vociferan: ¡Panda! -Esos saludos y abrazos nunca faltan donde quiera que voy-.
Para concluir, sin temor a equivocarme, creo ser de los jóvenes más influyentes del Distrito, eso se puede corroborar observando todos los proyectos en los que me he involucrado. He causado una revolución: revolucione el deporte, revolucione la música; he hecho marchas masivas. En fin, me siento satisfecho y seguiré echando el pleito.