El Quijote, la razón y la cordura
Escrito por Adderli Bejarán
La relatividad de criterios desde el punto de vista sociopolítico le da paso a manifestaciones de una manera muy perspicaz con una insensatez tan desmesurada que coloca al predicado en un abismo tan adverso, que imposibilita al sujeto a salir a flote de manera ilesa y dejándolo sin mecanismos de sobrevivencia ante lo coherente y lo razonable.
Los argumentos y proclamas enunciados en muros, medios y páginas de redes sociales abundan de una manera burda en actores de mala voluntad, donde se pone de manifiesto la incompatibilidad de caracteres, trillando camino a la chabacanería que intenta imponer la locura, la enajenación, la manía, la imprudencia y lo repulsivo. Mientras el Quijote escudriña desde los ojos del desequilibrado la forma de demostrar que la razón se percibe ante los que saben distinguir.
La competitividad miserable que coexiste con individuos perversos que colocan la intolerancia como parámetro e intentan promover una anarquía que no progresa, deja muy claro cuál será la dimensión en qué se colocarán las mismas partituras.
Se puede afirmar de manera muy profunda que la realidad vivida en conjunto con el antagonista se ha convertido en la robustez del que hoy cabalga por el bulevar del amor, espiritualidad, honor, justicia, lealtad, libertad, nobleza, palabra, paz y valentía.