Reflexiones

La Palabra hoy

Semana Santa

Por Manuel Raimundo Martínez.

Hoy, domingo 28 de marzo, Domingo de Ramos, marca el inicio de la Semana Santa, y culmina el próximo domingo 4 de abril, Domingo de Resurrección.

A partir del jueves 1 de abril, Jueves Santo, se incrementa el flujo de traslado de las personas, que salen hacia sus pueblos natales o hacia algún destino turístico.

Desde el jueves y hasta el domingo, se maximiza la seguridad vial y en los diferentes balnearios de nuestro país, desplegando una gran cantidad de agentes de seguridad en todo el territorio nacional.

Es un fin de semana que se ha tornado trágico para el pueblo dominicano a través de los años, debido a la gran cantidad de personas que fallecen por diversas razones, la mayoría por intoxicación asociada a la ingesta de alcohol, riñas y accidentes de tránsito.

Y es aquí donde nos asalta el asombro y los que nos motiva a escribir esta reflexión en el día de hoy.

El sentido de la Semana Mayor, está muy lejos de cómo lo viven la mayoría de los dominicanos, especialmente el pueblo católico, que está llamado a vivir esta época de una forma diferente.

Cuando me refiero al pueblo católico, obviamente, lo hago sobre aquellos que son católicos porque así se lo inculcaron sus padres, o porque le gusta la iglesia católica.

El pueblo católico, ese pueblo de Dios que comprende perfectamente el significado de esta semana, probablemente sale de viaje en estos días, para compartir con sus familiares y amigos y reflexionar lo que significa esta celebración. Y si analizamos las estadísticas de los últimos años, nos daremos cuenta, que los fallecidos en accidentes de tránsito, que no estaban consumiendo alcohol son una minoría, y, de hecho, estos accidentes, casi siempre son provocados por otros, que si estaban bajo el efecto del alcohol u otras sustancias.

Esperemos que la gran oportunidad que se presenta en esta ocasión, debido a la pandemia del Covid-19, sea aprovechada por la mayoría del pueblo, y que esta Semana Santa, no sea un lamento para nuestro país. Me explico, motivado por la pandemia, y para seguir con las normas de sanidad establecidas por las autoridades, una gran de cantidad de balnearios han sido clausurados, y se determinó mediante decreto, un horario del toque de queda, especial para la ocasión. Estas restricciones han de colaborar para que la gente viaje lo menos posibles y se quede en sus casas, y si deben viajar, el toque de queda les obliga a quedarse con los suyos, en sus pueblos.

Se dice que toda crisis genera una gran oportunidad, y esta Semana Santa, es la gran oportunidad que nos presenta esta pandemia, para vivirla con el verdadero sentido.

La idea central de la Semana Santa es recordar que Jesús, murió por la salvación de cada uno de nosotros, que podamos meditar sobre este gran acontecimiento, el más extraordinario acontecimiento de la historia de la humanidad, un acontecimiento que dividió la historia en dos. Y este es el llamado, a quedarnos en casa, y si debemos salir, que sea a la iglesia, a vivir el triduo pascual, y poder encontrar una verdadera conversión que nos haga comprender que la Semana Santa no es un asueto de vacaciones, que la Semana Santa no es la “semana para vacacionar”, no es la semana para perderme desde el jueves y regresar el domingo.

Si nuestro pueblo lograra entender el gran significado de la Semana Santa, probablemente nuestro país ahorrara una gran cantidad de dinero que se gasta en logística de seguridad, y ese dinero podría invertirse para otras necesidades de nuestro país. Si nuestro pueblo entendiera y viviera el verdadero sentido de la Semana Santa, la tasa de mortalidad de este fin de semana se redujera a “cero”.

Pedimos a Dios que nos de la sabiduría y la capacidad de poder entender el sentido de la Semana Santa y vivirla de acuerdo a lo que Dios manda.

El evangelio nos da la Buena Noticia que Cristo Jesús vino a consolar a los afligidos a sanar a los Enfermos, a perdonar a los pecadores y nosotros también necesitamos la salvación que Jesús nos trajo, y convertirnos, para que pasemos de la muerte a la vida, de las tinieblas a la Luz, y que seamos hombres nuevos.

PETICIÓN: Señor, te ruego que me des la Gracia de convertirme de verdad, cambiar de vida, confiar en tu misericordia y caminar por siempre el camino de Jesús.

El autor es Ingeniero, Locutor y Experto en Seguridad y Salud en el Trabajo.

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