Salud

El tabaco y los daños que esta sustancia nociva le ocasiona a nuestra salud

Por: Maricely Dolores Almonte Aracena

El tabaco es una planta que ha sido usada por el hombre para inhalar el humo que produce sus hojas al momento de ser incineradas, de acuerdo a los datos citados en una infinidad de artículos científicos hoy día se conoce que el tabaco es originario de América (este era consumido por los indígenas desde la época pre-colonial, en 1492 fue descubierto por Cristóbal Colón cuando llegó a la tierra de los indios arahuacos, en las Antillas). El consumo de tabaco se ha venido realizando desde la antigüedad hace aproximadamente 2,000 años, expandiéndose posteriormente y a finales del siglo XVI ya había alcanzado llegar a todos los rincones del mundo.

El componente químico principal del tabaco es la nicotina una sustancia que farmacológicamente tiene la capacidad de producirle un doble efecto a nuestro organismo, ya que, puede ser un estimulante, como también un sedante cerebral. Su estimulación está dada por las glándulas adrenales, glándulas que liberan hormona epinefrina (adrenalina), las cuales provocan que se aumenten los niveles de dopamina un neurotransmisor químico con funciones específicas, siendo una de ellas; activar todos los mecanismos físicos y mentales que nos permiten estar y mantenernos activos o preparados para que podamos actuar rápido cuando nos encontremos ante alguna situación de peligro o si estamos bajo los efectos del estrés. Y es que, al igual que otras drogas, la nicotina también activa los circuitos de recompensa del cerebro, los cuales regulan el refuerzo de la conducta produciendo así la sensación de placer al activar la vía dopaminérgica, los receptores colinérgicos y nicotínicos del sistema nervioso central. Razones por las cuales la nicotina es adictiva.

Existen muchos riesgos y daños de salud por fumar y usar tabaco, siendo uno de los más letales el cáncer y esto se debe a que el tabaco contiene más de 7000 químicos de los cuales al menos 70 de ellos causan cáncer.

Para que se comprenda por qué el tabaco es una sustancia nociva, debemos primero saber que tanto perjudica los sistemas de nuestro cuerpo y a casi todos sus órganos:

  • Sistema Circulatorio: la producción de monóxido de carbono del humo de tabaco ingresa al torrente sanguíneo y se adhiere a la hemoglobina provocando una disminución de los niveles de oxígeno en sangre. A consecuencia de esto los fumadores presentan hipertensión arterial (niveles de tensión arterial elevada o presión alta), arteriosclerosis (arterias dañadas) y coagulopatías (trastornos hemorrágicos).
  • Sistema Cardiovascular: muchas de las sustancias químicas que tiene el tabaco ocasionan daño al músculo cardíaco, lo que se traduce a mayor riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular (ACV) o un ataque cardíaco.
  • Sistema Inmunológico: está demostrado que consumir tabaco reprime nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a las enfermedades (infecciones, procesos virales, Etc.).
  • Cerebro: investigaciones han mostrado que el tabaquismo a largo plazo se encuentra estrechamente relacionado con el daño cerebral, pérdida de memoria, demencia, entre otros.
  • Sistema Óseo: altera la absorción de calcio pudiendo dañar las células óseas. Importante saber de esto: es que el proceso de remodelación al momento de una fractura en un fumador se hace más lento que una persona que no lo es. Estos pacientes tienen más riesgos de presentar osteoporosis (disminución de la densidad de masa ósea).
  • Pulmones: órganos con mayor afectación, fumar produce daños severos al sistema respiratorio destruyendo toda su vía, principalmente a los alvéolos. Es tanto el daño que pueden presentarse patologías como­; la neumonía, una enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) y en muchos casos cáncer de pulmón (una enfermedad potencialmente mortal).
  • Sistema Digestivo: a nivel bucal este va a provocar  gingivitis (infección a nivel de las encías), caries, adherencias de placas dentarias microbianas, cáncer oral y cáncer de orofaringe. En cuanto al estómago su recubrimiento protector es destruido, siendo más propensos a desarrollar gastritis, úlceras pépticas y cánceres en el estómago propiamente dicho y el esófago.
  • El Sistema Tegumentario (piel): el consumo de tabaco acelera el proceso de envejecimiento. Existe mayor probabilidad de padecer cáncer de piel (Carcinoma de células escamosas).
  • Sistema Reproductor: este puede ocasionar problemas de fertilidad tanto en el hombre como en la mujer. En el hombre dañando los espermatozoides y puede hasta provocar disfunción eréctil. En cuanto a la mujer estos químicos también pueden ocasionar periodos irregulares, menopausia temprana y anomalía en la producción de los estrógenos (hormona responsable de la ovulación).
  • Los Niveles Energéticos: en estos individuos es más bajo, por el daño que ocasiona al sistema cardiovascular y circulatorio (mencionado anteriormente).

En conclusión Nuestros órganos no se hacen inmunes a los efectos negativos del tabaco,  pero si te armas de valor y tomas la iniciativa de abandonar el hábito de fumar  podrás tener la oportunidad de corregir parte del daño que ya le has estado ocasionando a tú cuerpo, bríndate tú mismo/a la oportunidad de tener una vida más saludable y con condiciones más óptimas y favorables.

Nunca es tarde, es tiempo de revertir parte del daño ocasionado y evitar que se produzcan muevas alteraciones. Hazlo por tí, aquí quien importa es tu salud.     

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