Reflexión sobre el Rio Masacre
Escrito por Vicente Rodríguez Uceta
El río Masacre, también conocido como río Dajabón, es un río de la República Dominicana que nos separa de Haití. Tiene una longitud de 55 kilómetros, de los cuales aproximadamente 7 kilómetros se encuentran en Haití. El río nace en la Loma de Cabrera, en la República Dominicana, y desemboca en el océano Atlántico.
El nombre “Masacre” ha llevado a algunas creencias erróneas. Aunque se ha asociado con la masacre del Perejil ordenada en 1937 por Rafael Leónidas Trujillo, en realidad, el río toma su nombre de los antiguos conflictos entre bucaneros y españoles en sus orillas debido a disputas territoriales. En español, el río se llama Dajabón, y en taíno, se conoce como Guatapaná.
Este río tiene una importancia histórica y geográfica, y su curso marca parte de la frontera entre dos naciones vecinas. A pesar de su nombre, su belleza natural y su relevancia cultural trascienden cualquier connotación negativa asociada con la palabra.
A pesar de que es rio solo toca 7 kilómetros en territorio haitiano y después de que esta salvaje comunidad vecina acabara con casi todas sus aguas, ahora nos desafían haciendo un canal de trasvase para hacer uso de sus aguas, dejando sin la misma a los agricultores dominicanos que requieren del agua más abajo.
Desde mi modo de ver las cosas, esto es una provocación y entiendo que el gobierno a agotado todas las formas cultas del diálogo para evitarlo, pienso también que no podemos evitar de buena manera evitar el canal, puesto que con una selva acéfala no se puede negociar.
Tampoco podemos enfrentarlos por la vía bélica pues como decía Mark Twain “No discutas con los idiotas, te rebajará a su nivel y te ganarán por experiencia” por eso propongo tres medidas importantes:
1- Prepararnos para la construcción de un dique que recoja todas las aguas de la cuenca del Rio Masacre inmediatamente antes del dique haitiano, pero en suelo dominicano, claro está en el espacio pertinente.
2- Expulsar a cada nacional haitiano que esté de manera ilegal, y si los enemigos de la patria se oponen que de forma voluntaria y en solidaridad con los deportados, le acompañen también.
3- Emitir una resolución que deje bien claro que a los militares dominicanos que por unos chelitos se hagan cómplices del trasiego de los ilegales haitianos al país, sean suspendidos de inmediato y sometidos a la acción de la justicia, solicitando pena máxima.
Ya el gobierno actual dominicano ha hecho lo que pocos han hecho, apoyémoslo nosotros para conservar libre e independiente de toda potencia al pueblo dominicano.
Los pueblos son estos y sus gobiernos, vamos juntos a defender la patria, todos somos parte de la solución.