Pernoctando en Platón: teoría de sus propias ideas
Por Saúl Cabrera
En la actual coyuntura que vive nuestro Distrito Municipal San Francisco de Jacagua, se vale introducir este análisis de opinión con un fragmento del escritor y novelista peruano Alonso Cueto, quien pareciera destinar sus pensares a las autoridades de mi distrito, cuando en su escrito, “Las Revelaciones Del Poder”, dijo: “Póngale un uniforme, una corona, una banda a alguien y sabrán quién es”.
Para entrar en perspectiva, el pasado 20 de diciembre de 2021, las autoridades de San Fco. De Jacagua (D.M.), autorizados por su director, llevaron a cabo acciones para retirar los negocios y tumbar las paredes que obstaculizan las vías peatonales. En razón de esto, una persona conocida de nuestra comunidad, como lo es Yordy Estrella, queridamente Panda, y el medio digital escrito, Jacagua Express, dieron aviso sobre una particularidad ocurrida en las propiedades de Luis Mercado: nada más y nada menos que, el derrumbe de las paredes que colindaban con las aceras de la carretera principal.
Para dichas acciones, las autoridades de la junta distrital se apoyaron de una ordenanza municipal y se auxiliaron de la fuerza pública.
Según consideraciones de Guarionex Ventura, licenciado en derecho, una ordenanza no está por encima de la ley, y que la Constitución Dominicana establece que toda ley, disposición, decreto y resolución contraria la Constitución Dominicana son nula de pleno derecho. Al menos así lo establece el artículo 6 de la carta magna. Ventura, también sostiene que cualquier tribunal que conozca un caso relacionado con la ordenanza municipal, que se contraponga a la ley, puede declarar la nulidad de la misma.
Tal como recordamos aquel dicho, emanado de lo que pareciera un culto a la personalidad, donde se pretendía establecer que un director distrital estaba adelantado al tiempo con unos 20 o 30 años, hoy queda revelado en el pensamiento del peruano Alonso Cueto, y su parecer acerca del poder en ciertos políticos:
“El poder es un espejismo que revela la naturaleza humana. En realidad no conocemos a nadie hasta que lo vemos ceñirse alguna banda o ponerse una corona. Los ejemplos en nuestra vida política son cuantiosos. Hemos sabido de los abusos de los líderes que llegan al poder. Solo entonces se nos han revelado como quienes son. Para ello, casi todos se han mirado en el espejo y han visto un reflejo imaginario de la realidad […]. Ha sido el reflejo grotesco de sus propios egos”. (Cueto, 2021).
La administración pública es una cosa, la gestión en si misma es otra. La gestión no es salir a las calles con docenas de policías municipales, provocar un tapón y decir en una cámara “estoy trabajando”; mucho menos tomar la propiedad de un tercero y usarla como conejillo de indias para probar las teorías futuristas donde todo es perfecto e inmutable. Por lo menos no a costillas de las propiedades de terceros.
Las acciones temerarias hacia la propiedad privada por parte de la actual gestión municipal, demuestran que estamos ante una administración con aparentes seudónimos de verduga, desconsiderada y abusiva. Es incomprensible que en pleno siglo XXI, dos siglos después de la revolución industrial, del más alto desarrollo de las ideas capitalistas, aun se cometan atropellos contra la propiedad privada. Cuando se acciona irrazonable e irrespetuosamente, se comenten errores que ni siquiera con mil disculpas se pueden resarcir.
¿A quién se le ocurre de manera deliberada actuar en contra de una propiedad privada? ¿Qué se buscaba con tal acción? ¿Merecen los munícipes del distrito un trato de tal magnitud? ¿Qué propiedad será la próxima? ¿Fueron sinceras las disculpas? Dejemos que los egos respondan.
Las mentes más sensatas prefieren, antes de actuar, razonar: la lógica y el razonamiento lo podemos precisar en civilizaciones como la Grecia Antigua y sostenida por ilustres filósofos como Aristóteles. Si es que vamos en reversa hacia tiempos que lo creímos superados, todo parece indicar que él ha decidido pernoctar en Platón y actuar bajo las teorías de sus propias ideas.
Wao sin desperdicios!