La Palabra hoy
Tu Tesoro
Por Manuel Raimundo Martínez.
En el libro “Cuentos de Navidad y otras narraciones navideñas, Antología”, un libro de la Colección Libros de la Rosa, escrito por Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en la página 33, el cuento No. 6 se titula “Dónde está tu tesoro”, y aunque no estamos en tiempos navideños, por su contenido, el cuento se ajusta a cualquier época del año, y muy especialmente a estos tiempos que estamos viviendo.
En la Arquidiócesis de la ciudad de Santiago de los Caballeros, hemos tenido la suerte de que los dos últimos arzobispos que hemos tenido, el Arzobispo Emérito Monseñor de la Rosa y Carpio y el Arzobispo Metropolitano, Monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, actualmente Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, son excelentes escritores, en el caso de este último, premiado recientemente con el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2020 con su obra “Los entresijos del viento”.
Y es un verdadero privilegio para quienes peregrinamos en esta Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros contar con hombres que ponen sus conocimientos y sabiduría por escrito, para el deleite de cada uno de nosotros.
Volviendo al cuento de Monseñor de la Rosa y Carpio, quiero compartirlo con cada uno de los lectores de este espacio La Palabra Hoy en Jacagua Express, para que cada uno pueda leer, mediar y sacar su conclusión de esta exquisita lectura. El cuento dice así:
“Había una vez un hombre que nunca se había hecho un examen del corazón. En víspera de la Navidad fue al cardiólogo y se chequeó, ¡Oh sorpresa! no tenía corazón. La noticia conmovió al mundo científico y se regó como pólvora por todo el orbe, no se encontraba explicación a este fenómeno, no se sabía si era un milagro u otra cosa.
Como era tiempo de Navidad le preguntaron: ¿No habrá usted colocado su corazón a los pies del Niño Dios o enviado a los pobres envuelto en donativos, como hace tanta gente?, él respondió con toda sinceridad: “No me importa nada, ni Dios ni la humanidad”.
Las consultas a los más diversos especialistas continuaron, se quería conocer la causa, hasta se consultó a un maestro en Biblia y este dijo: “Busquen en su caja fuerte, porque así está escrito: donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón”, Mateo 6, 21.
Fueron de prisa al lugar indicado y encontraron no sólo su corazón, sino el de otros muchos más; hicieron pruebas de ADN y uno de los corazones era el suyo, los demás pertenecían a subgerentes y a varios de sus empleados, porque como después se supo, ambicionaban las riquezas de su jefe.
Cabe entonces esta pregunta: ¿En Navidad, dónde está mi corazón? ¿Dónde está tu corazón?”
Y esa última pregunta, podríamos ampliarla y preguntarnos entonces, en este momento de mi vida, ¿dónde está mi corazón?, y en el pasado reciente, ¿dónde ha estado mi corazón?, y en el futuro que se avecina, ¿dónde estará mi corazón?
Ojalá y cada uno de nosotros tenga la respuesta a esta interrogante. Que Dios te bendiga, amigo lector y te ayude a discernir, realmente, donde está tu corazón.
El autor es Ingeniero, Locutor y Experto en Seguridad y Salud en el Trabajo.