Un día como hoy, hace 20 años, comencé a dar clases

Escrito por Amaury Ureña

20 años cosidos a retazos
De urgencias, disimulos y rutinas
20 años cumplidos, en mis brazos
Con la carne del alma de gallina.

Joaquín Sabina (Dieguitos y Mafalda)

Lo recuerdo como si fuera hoy, aquel jueves 13 de marzo del año 2003 hace justamente hoy 20 años, fue el primer día que impartí docencia como profesor de escuela pública.

La historia es larga, la resumiré lo más que pueda. En ese año, todavía era estudiante universitario, tenía apenas 21 años, pronto a cumplir los 22, era un joven carente aún de carácter para asumir una profesión como esta. Confieso, que aunque estudiaba la carrera de Educación, no tenia la más mínima intención de ser profesor en mi vida, me inscribí en esta carrera en procura de tener contacto con el idioma inglés, quizá por eso, mi proceso de adaptación fue tan tortuoso para mi.

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El asunto es que, el profesor José Pérez (El Biólogo), a quien conozco desde que era niño, pasó por mi casa buscándome, en ese momento no me encontraba y me dejó el siguiente recado con mi madre: Que pase por el liceo de Los Cocos si te interesa dar clases, están necesitando un profesor de inglés.

Yo, con más miedo que ganas, llamé a José y le dije que sí, él me preguntó si podía ir esa misma noche y sin pensarlo dos veces le dije que sí.

En esos días, tenía un vehículo marrón, marca Subaru que me regaló mi padre, lo encendí y me fui rumbo a Los Cocos con miles de expectativas en la cabeza, todos estos pensamientos se vieron interrumpidos cuando el vehículo se me apagó en la carretera Los Cocos, tramo Los Frías, frente a Productos María, creo que por falta de gasolina. En ese momento iba cruzando mi amigo de infancia Rafael Espinal (Ñoñito) en una pasola, al verme, se detuvo y me ayudó a encender el vehículo, me preguntó para donde iba y cuando le respondí que era para el Liceo Nocturno de Los Cocos se sorprendió porque él iba para allá también. Pues, retorné el vehículo a mi casa y llegué al Liceo Nocturno San Francisco Arriba en la cola de la pasola de Ñoñito, tarde y asustado.

Allá me recibió José Pérez y me llevó a presentarme al director, Wilfredo Cabrera (Willy) quien me explicó de manera rápida que el profesor de inglés que tenía, el Ing. Ignacio Goris, se iba a retirar y necesitaban con urgencia quien lo sustituyera, de inmediato me armó con tiza y borrador y me envió al aula que correspondía en el horario, el 2do A. El primer recibimiento me lo dio una estudiante muy traviesa llamada Nathaly quien me preguntó en el pasillo quien era yo, y al responderle que iba a ser su profesor de inglés me abrazó y con una fuerza descomunal me cargó, no supe dónde colocar mi vergüenza en ese momento.

Lo demás es historia patria, inicié mis pasos como profesor en un liceo donde la mayoría de estudiantes tenían más edad que yo, me chocaba que personas que me doblaban la edad me pidieran permiso para ir al baño, me daba una vergüenza enorme mandar a hacer silencio a personas adultas, me enfrenté a impartir docencia en aulas sobrepobladas, recuerdo un 2do B que tenía 82 estudiantes para la cual se debía utilizar dos libros de registro, en un aula calurosa con un gran olor gente, y un enorme rosario de fatalidades y contratiempos que fueron forjándome el carácter como profesor.

Por otro lado, encontré nuevas amistades que no esperaba y que mantengo hasta el día de hoy como la del profesor Miguel Peña, Dionicia Estévez, Elizabeth Cordero, Ysidro Martínez, Manuel Raimundo Martínez, María Lucila Jiminián (Luchy) entre otras que en estos momentos olvido sus nombres. Una de esas amistades que más me marcaron fue la del director Wilfredo Cabrera (Willy) un hombre de carácter recio, pero a la vez con una gran calidez humana, sobre esta persona escribiré en un futuro.

De parte del estudiantado que tuve el honor de impartirle docencia, han quedado muchas personas enganchadas en el tren de la amistad, puedo mencionar a Ariel Sosa, Pedro Francis Tavares, Griselda Ventura, Loida Liz Martínez, Danna Martínez, Ariel Aracena, Saúl Cabrera, Yordy (Panda) Estrella, Anabel Peña, Albert Álvarez Borbón, Jennifer Salas, Miguel Pascasio, Ruth Orozco, Ronny Almonte, Alejandro Colón, Arelis Pichardo, Carlos Luis Pichardo, Lorenzo Martín Abreu, Rosalba Martínez, Anayelis Rodríguez, Nagely Sosa y una infinidad de personas que no cabrían en este espacio.

Hoy, veinte años después de mi primer tizaso, puedo asegurar que he trabajado en el mejor de todos los trabajos que he tenido. Creo que la conjugación de todos los factores que intervinieron para que entrara a un aula, fue la mejor de todas las coincidencias que pudieron pasar para que yo me convirtiera en un trabajador de la educación. Muchos errores me han acompañado por este camino de 5 lustros, algunos aciertos puedo mostrar, la verdad es que, aunque ya no tengo la energía de hace 20 años y aunque los estudiantes de hoy no son nada similar a los de mis inicios, puedo decir muy orondo que soy un profesor.

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jaryzqui_izquierdo