El aborto, tres causales y una discordia
Por: Amaury Ureña
Los que tenemos un poco más de edad y algo de memoria, recordamos los conflictos, muy parecidos a los actuales, que nacieron cuando la Constitución del 2010 estaba en proceso de ser aprobada, en aquel entonces los grupos liberales y conservadores de la República Dominicana se enfrascaron en una lucha por el reconocimiento constitucional de la vida a partir de la concepción, en este conflicto unos plateaban que la Carta Magna debía reconocer como ser vivo a los embriones contando a partir la unión de un espermatoziode con un óvulo y por el otro lado estaban los que procuraban que nuestra Ley Sustantiva reconociera la vida a partir del nacimiento. En aquel entonces, ganó el primer grupo, la Constitución Dominicana reconoce la vida desde la concepción hasta la muerte.
En ese entonces se presentó una división en las opiniones de los protagonistas de los debates nacionales, el 4 de mayo del 2008 el entonces Cardenal Nicolas de Jesús López Rodríguez dijo que «la Iglesia Católica seguirá enfrentando todos los desafíos que sean necesarios para cumplir su misión de defender el derecho a la vida desde la concepción, predicar la verdad del Evangelio de Jesucristo y defender a los pobres y necesitados.» (Listín Diario- Ramón Urbáez) refiriendose a la tendencia mundial de promover el aborto como un derecho, ese mismo cardenal protagonizó, junto a líderes cristianos importantes, reclamos que manifestaron en marchas y vigilias para impedir que los congresistas dejaran abierta la posibilidad constitucional del aborto. Ya en el mes de mayo del 2009 el congreso debatía la posibilidad de eliminar del artículo 30 del proyecto de reforma a la Constitución el reconocimiento la vida desde la concepción (unión del óvulo con el espermatoziode) y que este tema se discutiera en el proyecto de reforma del Código Penal posteriormente; sin embargo, otros congresistas defendían ese reconocimiento constitucional tal y como estaba establecido en el mencionado artículo. Aquellos que planteaban la posibilidad de que nuestras leyes permitieran el aborto defendían su posición aclarando que solo procuraban el aborto terapéutico, es decir, es los casos que pudiera en peligro la vida de la madre.
En ese entonces, los llamados provida lograron su objetivo de mantener la prohibición constitucional de cualquier posibilidad de aborto. La Constitucion del año 2010 se promulgó y el artículo 37 quedó establecido de la siguiente manera: Derecho a la vida. El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte.
Ante esta realidad y sin ser juristas, entendemos que para debatir nuevamente la posibilidad del tema de aborto terapeutico o las tres causales se debe debatir tomando en cuenta lo que establece la Constitución. También entendemos que las discusiones sobre este tema en el marco de la promulgación del nuevo Código Penal son esteriles, ya que de aprobarse las tres causales dentro de este código, serían estas nulas de todo de derecho ya que violaría la Carta Magna.
En otro sentido, entedemos que el debate actual sobre las tres causales ha causado un gran revuelo emocional en muchos sectores de este país, ambos lados están reaccionando y acusándose mutuamente de mil delitos conceptuales, pero creemos que ninguno están razonando.
En mi caso, entiendo que la solución más correcta es la que han sugerido algunos líderes nacionales como el expresidente Leonel Fernandez quien planteó que esto de deben definir en un referendo, así de simple. Este tema debe ser desidido por el ente que la Constitución Dominicana establece en su artículo 2 como el soberano: el pueblo dominicano. Es obvio que para esto primero debemos contar con una ley orgánica que regule el referendo consultivo y constitucional aprobatorio, cosa que no tenemos por el momento.
En cuanto a si estoy o no de acuerdo con las tres causales escribiremos luego sobre esto.